La comunidad internacional ha criticado a Turquía por haber derribado un caza ruso en Siria, hecho que agudizará las tensiones en la región.
El presidente de la República Checa, Milos Zeman, condenó el martes elderribo del Sujoi-24 ruso por el Ejército de Ankara cerca de la frontera sirio-turca y remarcó que el incidente refuerza las especulaciones sobre una cooperación entre el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) y el Gobierno de Turquía.
“Sin lugar a dudas, el derribo del avión de combate ruso por Turquía, mientras realizaba una operación contra el EIIL en Siria, agudizará la crisis en la región”, advirtió.
Por su parte, el ministro de Exteriores de Italia, Paolo Gentiloni, expresó su preocupación al respecto y, al mismo tiempo, su esperanza de que el incidente no influya de manera negativa sobre las negociaciones para encontrar una salida a los conflictos en Siria.
La jefa de la Diplomacia de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, llamó a “evitar una escalada” de tensiones entre Moscú y Ankara e informó que dialogará con el máximo responsable de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, sobre este caso.
Por otro lado, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) manifestó su inquietud ante la posibilidad de que el suceso complique la lucha contra el terrorismo en Siria.
“Estoy al tanto de que el avión ruso, derribado por Turquía según los medios de prensa, puede complicar la situación”, señaló Ahmad Fauzi, el portavoz oficial de la sede de la ONU en la ciudad suiza de Ginebra.
Por su parte, Siria, país en el que ocurrió el hecho, tachó el derribo del avión militar ruso de “una flagrante agresión” por parte de Turquía a su soberanía.
Entre tanto, en el Reino Unido, una fuente del Ministerio de Asuntos Exteriores británico considera que el siniestro del Su-24 “a todas luces se trata de un incidente muy grave”.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, señaló que el incidente “es como si los cómplices del terrorismo nos hubieran apuñalado por la espalda”, y advirtió de las "graves consecuencias" que acarreará en las relaciones entre Rusia y Turquía.
Turquía indica que el cazabombardero Su-24 derribado por dos F-16 turcos violó su espacio aéreo, mientras Moscú desmiente la versión de Ankara y asegura que el aparato sobrevolaba todo el tiempo el territorio de Siria cuando fue alcanzado a un kilómetro de la frontera de Turquía, estrellándose luego a cuatro kilómetros de la misma.
La aeronave rusa participaba en una operación en el marco de la campaña de ataques aéreos contra las posiciones de grupos terroristas que lanzó Rusia a finales de septiembre después de que el presidente sirio, Bashar al-Asad, solicitara a Moscú asistencia militar para combatir a las bandas terroristas.
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