Sí, es una de las dudas que siempre tengo: ¿qué tan difícil es para los actores filmar escenas en las que están muertos y deben permanecer en ese estado, sin pestañear, ni respirar?
Eso lo debe hacer cualquiera, podríamos pensar, especialmente si le pagan por ello.
Sin embargo no es tan fácil como parece, tal y como pueden afirmar estos actores de Game of Thrones:
Joffrey es una molestia aun muerto
UPROXX
“La boda púrpura” fue uno de los momentos más impactantes de la temporada 4 de Game of Thrones. Como a estas alturas todos deben saber, el detestable Joffrey muere envenenado en pleno festejo de su boda.
La escena, si bien es un poco truculenta, fue uno de los momentos más celebrados por todos quienes veíamos la serie y soportábamos al insufrible Joffrey. Pero para el actor Jack Gleason no fue tan fácil hacer de cadáver.
Es que al final de la escena, el Joffrey yace en el piso, junto a Cersei y Jaime, y luego de los últimos estertores, queda de cara al cielo, con los ojos bien abiertos. El problema es que el actor no podía mantenerlos de esa manera mientras se realizaba la toma del rostro:
“Dos personas tuvieron que mantener mis ojos abiertos porque no podía hacerlo. Fueron el director de fotografía y el director que se acercaron y dijeron algo así como 'Por dios Jack, vamos'. Ellos literamente mantuvieron mis ojos abiertos para hacer la toma CGI de mi cara”.
Molestando a Jon Snow
Al parecer, Jon Snow está definitivamente muerto, a pesar de nuestras esperanzas. Tal y como vimos en los adelantos de la temporada 6, podemos ver a Ser Davos(Liam Cunningham) junto al cuerpo de Jon Snow.
Filmar esa escena fue tan complicada para Kit Harington como divertida para Cunningham, quien aprovechó la oportunidad para molestar a su compañero de elenco:
“Tiré un poco de su hermoso cabello [...] Siempre debes divertirte un poco si alguien está muerto en una escena. Para el actor es como un paño rojo para el toro. Tienes que molestar un poco. Haces cosas para enojar al actor. Es tu trabajo. Tienes que aprovechar la oportunidad. Hay que pasar el día”.
Así es.
El pobre Brenn
Enfrentar a un gigante que intenta atravesar El muro no es sencillo. Y probablemente mueras en el intento, como le pasó a Brenn.
Pero los problemas empezaron para el actor Mark Stanley cuando tuvo que permanecer con los ojos abiertos en el largo corredor en el que su cuerpo yacía sin vida mientras Sam y John se acercaban para concluir la escena:
“John Bradley-West y Kit debían caminar a través del túnel para descubrir el cuerpo. Y ellos estaban caminnaod a paso lento, y mis ojos estaban abiertos en la oscuridad... y la cámara estaba allí... se acerca... no, pestañeo. Empezamos de nuevo”.
Como podemos ver, es sencillo morir en Game of Thrones pero difícil permanecer muerto.
