Kamilah Brock, una mujer afroamericana, ha demandado a la ciudad de Nueva York después de que fue retenida por ocho días en un hospital de salud mental en contra de su voluntad, según ella, porque intentó recoger su BMW –que había sido decomisado– y la policía creyó que estaba loca.
La historia empezó el 12 de septiembre de 2014, cuando Brock fue detenida por la policía de tránsito por no llevar ambas manos en el volante. Algunas horas después fue dejada en libertad y le dijeron en dónde recoger su vehículo, un BMW.
Cuando llegó al lugar, los oficiales a cargo de los vehículos decomisados no creyeron que era la dueña del lujoso auto. “Sentí que desde el momento en que dije que era dueña del BMW, me vieron como una mentirosa”, dijo la mujer a un canal de televisión.
“Entonces el servicio médico de emergencias llegó y me dijeron que me iban a llevar hacia donde estaba mi auto. Y yo pensé: ‘¿Me van a llevar a mi carro en una ambulancia?’. Estaba muy confundida”, señaló.
Antes de que pudiera reaccionar, la estaban llevando a la sala de psiquiatría del Centro Hospitalario de Harlem, donde le inyectaron litio y varios sedantes poderosos en contra de su voluntad.
Allí permaneció ocho días, y cuando finalmente fue dejada en libertad, le entregaron un recibo por 13.000 dólares en gastos médicos.
El hospital no negó la presencia de la mujer en sus instalaciones. Su historia médica indica que sufría de “desorden bipolar”, y que se comportaba de forma “maniática”, demostrando “comportamiento psiquiátrico”, a pesar de que la mujer no tiene historia previa de enfermedades mentales.
“Creo que si ella hubiera sido blanca, nunca hubiera sido víctima de escrutinio y sarcasmo”, dijo su abogado.
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