La Guerra civil de Camboya dej贸 una huella profunda de dolor en su sociedad; esta 茅poca dej贸 secuelas de sufrimiento en cada rinc贸n, sitios donde pasar谩n millones de d茅cadas y cada inocente ser谩 recordado. A partir de una crisis que para ese entonces parec铆a interminable, gobernada por conflictos ideol贸gicos, balaceras universales y cat谩strofes econ贸micas, se lleg贸 al estado m谩s deplorable de la humanidad. Remissa Mak, artista de Camboya, a trav茅s de una serie de ilustraciones titulada “Los 煤ltimos tres d铆as”, cuenta la tr谩gica historia de su infancia. En aquellos a帽os espeluznantes, la vida de los civiles fue terriblemente arrebatada. Los ideales de aquel entonces fueron los responsables de la explosi贸n de la guerra civil, forzando a miles de personas a huir de sus casas, dejando a muchos seres queridos y toda una vida por detr谩s.
Dentro de estas personas est谩 la vida de Remisa Mak, quien tuvo que huir de las temibles balaceras y los incendios interminables que crearon una de las masacres m谩s aterradoras de toda la historia.
Fotograf铆as de guerra

Dentro de estas personas est谩 la vida de Remisa Mak, quien tuvo que huir de las temibles balaceras y los incendios interminables que crearon una de las masacres m谩s aterradoras de toda la historia.
Fotograf铆as de guerra
40 a帽os despu茅s, Mak le hace un tributo a todas aquellas persona que fueron victimas del sufrimiento, de la hambruna, de las torturas y de la guerra. A trav茅s de estas fotograf铆as se pretende recordar a aquellos a帽os espeluznantes en los que la vida de los civiles fue terriblemente arrebatada.
El hombre camboyano que vivi贸 en el periodo entre 1967 y 1975 estuvo expuesto a un gran abanico de barbaridades en el que la realidad de lo inimaginable era un hecho. Los actos de atrocidad fueron infinitos. El hombre cruel buscaba poder sin importar sobre pasar cualquier l铆mite y afectar gravemente a las sociedades civiles. ¿En qui茅n cabe tanto horror y desconsuelo?
El hombre camboyano que vivi贸 en el periodo entre 1967 y 1975 estuvo expuesto a un gran abanico de barbaridades en el que la realidad de lo inimaginable era un hecho. Los actos de atrocidad fueron infinitos. El hombre cruel buscaba poder sin importar sobre pasar cualquier l铆mite y afectar gravemente a las sociedades civiles. ¿En qui茅n cabe tanto horror y desconsuelo?
El camino hacia una desolaci贸n social comenz贸 con las grandes ideolog铆as, el r茅gimen de los Jemeres Rojos logr贸 aplastar a la sociedad, plasmando una huella de inmenso dolor. La mente del hombre fue terriblemente afectada bajo semejantes torturas generadas en los interminables ataques a los civiles. Los prisioneros pasaron de ser personas a ser n煤meros de guerra, cada uno de ellos era una ficha clave para la industria de la maldad.
La vida en aquellos a帽os de barbarie generaba una gran apat铆a, en medio de la repugnancia hasta de la misma v铆ctima, ya nada les deb铆a importar, s贸lo tratar de comprender por qu茅 continuaban con vida; a partir de esto aparece la muerte emocional, cuando la vida pasada fue abandonada y olvidada; hay una p茅rdida de identidad de todas aquellas personas expuestas a situaciones inauditas para la supervivencia. En esos momentos el dolor f铆sico no era lo que m谩s dol铆a, sino la humillaci贸n y la indagaci贸n provocadas por la injusticia, por la cruda irracionalidad de todo aquello dominado por la crueldad.
Fueron muchos a帽os de barbarie, de guerra y sufrimiento, como tambi茅n fueron muchos otros en los que la sociedad de Camboya tard贸 en recuperar lo arrebatado y en construir de nuevo una vida digna. Sin embargo, el tiempo no podr谩 reparar muchos vac铆os de las victimas, nadie les regresar谩 a sus seres m谩s queridos ni tampoco les sacaran del alma y de la mente las tremendas vivencias que afrontaron durante esta 茅poca. Los pueblos que no conocen su historia est谩n obligados a repetirla, por esta raz贸n la 茅poca de la Guerra Civil de Camboya debe ser recontada en cada generaci贸n, para jam谩s olvidar lo sucedido.
La humanidad culpable de estos a帽os de genocidio sobrepas贸 el sufrimiento de las seres inocentes, trayendo terribles repercusiones para la sociedad. Fue la fuerza de las ideolog铆as de ese entonces, las responsables de crear un contexto de terror y barbarie, quedaron un n煤mero inimaginable de v铆ctimas en vano, de quienes hoy s贸lo queda el turbulento recuerdo de lo que fue.

- Fuente: Aqu铆