Húbert de Jesús Ballesteros Gómez
Para quien vive alrededor de una obsesión, la lógica no existe. Es lo que sucede hoy con la posición asumida por el uribismo respecto a los diálogos de paz que se adelantan en La Habana (Cuba) entre la insurgencia de las FARC-EP y el gobierno de Juan Manuel Santos.
Como queda dicho, cuando el ser humano pierde hasta la capacidad de hacer uso de la herramienta elemental de la lógica, se adentra en un laberinto oscuro en el cual lo único que ve y escucha son sus propios demonios.
Desde el dÃa de ayer y con ocasión de la entrevista del señor Kerry, secretario de Estado del gobierno de los EEUU, con la delegación de paz de las FARC-EP, los… (¿Qué les dijera uno? Es que se agotan los calificativos para señalar el comportamiento de estos caricaturescos personajes que, con tal de quedar bien con su patrón y acompañarlo en su esquizofrenia guerrerista, dicen cualquier cosa)… En una posición que raya con lo ridÃculo, salen ahora queriendo enseñarle a los gringos cómo hacer diplomacia.
Resulta entonces que el TÃo Sam, que le ha enseñado a todo el mundo que en polÃtica no hay amigos sino intereses, no sabe lo que está haciendo (según los uribistas) al reunirse con las delegaciones de paz en La Habana y respaldar los avances a los que han llegado en la agenda de paz.
Pensarán seguramente los senadores Ernesto MacÃas, Alfredo Rangel y Paloma Valencia que los gringos tienen esa visión hacendataria de su jefe; que el gobierno norteamericano ve la polÃtica como ellos, mirando sólo la parroquia.
¡Qué equivocados están los uribistas! Al imperio le importa cinco lo que aúlle la jaurÃa del Ubérrimo. La geopolÃtica del capital está pensada más allá de las cuatro vacas de la representante MarÃa Fernanda Cabal y de los cultivos de palma de sus socios paracos.
La crisis del capitalismo impone a los dueños del poder global cambios en su modelo de desarrollo; el extractivismo y la reprimarización de la economÃa son parte del modelo que las compañÃas transnacionales requieren para mantenerse vigentes en la economÃa mundial; es a ellas a quienes representan los señores Obama y Kerry, y no a tres polÃticos de pueblo, voceros de una concepción casi feudal de la economÃa y del Estado.
Como se dice popularmente, “pueden llorar”, pero cada vez estarán más solos en sus diatribas incendiarias y guerreristas.
Cárcel La Picota, marzo 22 de 2016.