El argumento que expuso el senador Robledo es que Martínez es socio de DLA Piper, la firma de abogacía más grande del mundo y que a juicio del parlamentario “de ser nombrado serían evidentes sus intereses particulares en el país”.
“El señor Néstor Humberto Martínez se ha caracterizado por ser abogado de empresas extranjeras en Colombia y hoy es el agente en el país de DLA Piper, la mayor transnacional de abogacía del mundo, ese es su negocio. Representar en Colombia a la mayor empresa de abogacía con fuertes intereses en los asuntos privados y públicos”, afirmó Robledo.
Y agregó que “el nombramiento de Martínez como jefe de la muy poderosa Fiscalía agravaría el criterio plutocrático, me refiero al gobierno de ‘superhipermegaricos’, contrario a cualquier idea de democracia. Es evidente porque ciertos personajes van y viene de los grandes negocios privados a los públicos como Pedro por su casa, eso agravará los problemas nacionales y que luego no nos vengan con inocencias fingidas porque todos sabemos por dónde va el agua al molino”.
Lo que más llama la atención de la denuncia del Polo Democrático es que la sociedad que tiene el Martínez con DLA Piper fue el argumento que esgrimió cuando dejó el cargo de ministro de la Presidencia o superministro como se le conocía públicamente. Ahora la pregunta es si este impedimento (no legal) aplicaría para ser Fiscal General de la Nación.
Es claro que el pulso por la Fiscalía se ha convertido en una rapiña. El Partido Liberal está reclamando la continuidad en el cargo, pues Eduardo Montealegre llegó apoyado por la colectividad, en especial por la casa Gaviria que en ese momento tenía como gran promotor a entonces presidente de la Cámara de Representantes, Simón Gaviria.
Además, es evidente que Néstor Humberto Martínez, pese a su incómoda salida del Gobierno, con diferencias con los ministros de Interior, Juan Fernando Cristo y de Justicia, Yesid Reyes, es un hombre de plena confianza para el presidente Santos.
Y se la supo ganar, en las pasadas elecciones presidenciales cuando el presidente Santos buscaba su reelección y perdió en primera vuelta contra el candidato del Centro Democrático, Oscar Iván Zuluaga, fueron él y el expresidente César Gaviria quienes pusieron la candidatura a todo vapor y finamente Santos ganó en segunda vuelta por un estrecho margen.
A esto se suma que en los mentideros políticos se habla de la estrecha relación de Martínez con el vicepresidente Germán Vargas Lleras, jefe natural de Cambio Radical, así que si el Polo Democrático por un lado pide que no sea ternado, por el otro, el partido del vicepresidente lo tiene como su carta para la Fiscalía.
La última palabra la dictará el presidente Juan Manuel Santos y se sabrá si su cercanía con Martínez nclina la balanza o si se toma el argumentó del senador Robledo quien afirmó “los negociantes a los negocios. No se puede dar un poder tan descomunal como el de la Fiscalía para usarlo como se les antoja”.
