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La marihuana medicinal y el nuevo enfoque antidrogas

El Gobierno Nacional busca profundizar el debate sobre la necesidad de iniciar un revolcón de la política antidrogas en términos de prevención, educación y política de salud pública, para seguir la lucha contra el tráfico y consumo de drogas con una mirada diferente. Aunque nadie habla de dar el paso a la legalización, sí se llama a tomar un nuevo rumbo, el cual poco a poco comienza a definirse.

Primero, el ministro de Justicia, Yesid Reyes, dijo a mediados de marzo ante la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas que “sería una locura seguir con el actual enfoque antidrogas”. Ahora, en medio de cifras alarmantes frente al aumento en la producción de drogas, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, tomó las banderas de la marihuana medicinal para impulsar el proyecto de ley que está en trámite en el Congreso, de autoría del senador liberal Juan Manuel Galán.

Para el Gobierno —de acuerdo con Cristo— es claro que esa iniciativa puede ser la punta de lanza para enviar un mensaje al país y al mundo frente a la necesidad de que se replantee la política de lucha contra las drogas. De hecho, Cristo se reunió la semana pasada con varios integrantes de la Comisión Primera de la Cámara de Representantes, buscando promover la iniciativa, que ya está en discusión en el tercero de cuatro debates.

“Es un proyecto que el Gobierno apoyó en el Senado y espera sea aprobado en la Cámara antes de que termine el período legislativo, el próximo 20 de junio, porque en realidad es una prioridad para el país. Esta es una medida que beneficia a la población susceptible de ser tratada con cannabis, que hoy en día tiene que buscar su medicina de manera ilegal, sometiéndose a sanciones para conseguirla”, señaló el mininterior.

Aunque en diciembre el presidente Juan Manuel Santos firmó el decreto que reglamenta la producción y exportación del cannabis con fines científicos y medicinales, para el Ejecutivo la iniciativa de Galán termina complementando el alcance de esa normatividad.

La intención del proyecto en discusión es que paguen una contribución quienes reciban las licencias para la producción de marihuana medicinal, con el fin de alimentar un fondo de prevención del consumo de sustancias psicoactivas entre los jóvenes.

Estudios hechos a nivel nacional han demostrado que uno de los grandes dramas de los colegios del país es que se han visto cercados por bandas de microtraficantes y son pocos los recursos que hoy se están invirtiendo en el tema de la prevención.

El proyecto también es fundamental para que el decreto del Gobierno pueda tener permanencia a futuro y no termine siendo derogado por otro Gobierno que tenga una visión diferente del tratamiento de la política contra las drogas.

La médica Paola Pineda, especialista en tratamientos con cannabis, asegura que en el proyecto en trámite es necesario establecer quiénes son los productores de marihuana con fines medicinales y qué hacen con la totalidad de sus plantaciones.

En el pasado, de acuerdo con Pineda, se recetaba una fórmula con “cannabis paliativo” a un paciente, y el gran problema estaba en dónde la conseguía, con el temor de que existiera alguna posibilidad de estar promocionando el microtráfico. Sin embargo, siempre se mantuvo la premisa ética de que “si a un paciente le sirve algo, la obligación es ofrecerle ese tratamiento”.

“A diario receto marihuana medicinal. Un 80% de mi vida laboral es viendo pacientes que son candidatos a tener dentro de sus tratamientos el cannabis, porque veo excelentes respuestas a tratamientos de epilepsia, cáncer, insomnio y dolores crónicos”, explicó Pineda.

Lo cierto es que en el país poco a poco se van dando pasos hacia un cambio en la mirada al tratamiento de las drogas. El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) aprobó la semana pasada la primera licencia para la comercialización de un producto a base de cannabis: Sativex. Un medicamento que es usado en alrededor de 30 países por los pacientes de esclerosis múltiple y que ya empezó a ser distribuido por los laboratorios Biopas S.A.

El debate queda abierto frente a la justa medida a seguir para dar acceso al uso de la marihuana medicinal y los compromisos de Colombia en materia de control de drogas y lucha contra el narcotráfico a nivel mundial.