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Trump predice una ‘gran recesión’ inminente en Estados Unidos

El polémico precandidato presidencial estadounidense republicano Donald Trump vuelve a soliviantar los ánimos en su país, esta vez alertando de una “inmensa recesión” a la vuelta de la esquina.
“De lo que estoy hablando es de una burbuja, donde te metes en una recesión inmensa. Espero que no sea aun peor, pero sí una recesión inmensa”, dice Trump en una entrevista publicada el sábado por el diario The Washington Post.

El domingo, el pronóstico del magnate inmobiliario suscitó numerosos comentarios encontrados de los economistas. Frente a los expertos, Trump señala como indicio su propia experiencia empresarial y la extrema facilidad de los milmillonarios para tomar dinero prestado a intereses bajísimos —“es una locura”, dice—, mientras que “una gran persona, maravillosa, que emplearía a montones de gente, un emprendedor con talento de verdad” que necesite capital “no tiene ninguna oportunidad”.
Trump asegura, además, que las cifras de desempleo de Estados Unidos están falseadas, “concebidas estadísticamente para que luzcan bien los políticos y, en particular, los presidentes”, y da una estimación del desempleo real en el país norteamericano del 20 %, frente al 5 oficial.
“Yo no estaría sacando las inmensas multitudes que estoy sacando si ese número fuera real. La gente es extremadamente infeliz en este país”, observa el aspirante a representar al Partido Republicano en las presidenciales de septiembre.
Pobreza al pie de los rascacielos en Estados Unidos.

El hombre de negocios protesta, además, de que sean los reguladores políticos quienes dirigen en realidad los bancos estadounidenses y no los altos directivos contratados para ello, que, no obstante, cobran por esa labor “entre 40 y 50 millones de dólares”.
Al señalársele que tales palabras, inusuales de parte de un candidato presidencial, no van a sentar bien en medios especulativos y financieros, Trump exhibe su habitual aparente indiferencia por el efecto de sus incendiarias declaraciones: “Probablemente conozca a la gente de Wall Street mejor que ninguna otra persona (…) No los necesito”, dice.
Pese a su pesimismo, el neoyorquino asegura poder solventar el déficit estadounidense hasta el punto de saldar los 19,1 billones de dólares de deuda externa que acumula (la mayor del mundo).
Para ello pretende bajar impuestos y sustituir los tratados multinacionales de comercio desregulado que negocia la Administración del actual presidente, Barack Obama —menciona en concreto el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, o TPP por sus siglas inglesas—, por acuerdos bilaterales con México, China, Japón y “todos esos países” que, según él, están “destruyendo” Estados Unidos desde hace años, “absorbiendo” puestos de trabajo.
Donald Trump irrumpió el año pasado en la carrera por la Presidencia estadounidense, apoyándose en declaraciones controvertidas, en particular de tipo xenófobo, en un contexto de frustración social, conflictos raciales y alarma por el terrorismo espoleado por el belicismo de Washington.
Aunque sigue liderando las primarias republicanas, en las últimas semanas la acumulación de exabruptos, contradictorios e irritantes, contra los inmigrantes mexicanos, los musulmanes, las mujeres, parece que ha comenzado a lastrar su carrera.
En el seguimiento de encuestas del portal Huffington Post, su ventaja global respecto a su seguidor inmediato, Ted Cruz, ha quedado recortada recientemente de 20 a 13,5 puntos porcentuales.