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ONU recibirá otras mil armas de las Farc

El jefe de la misión de la ONU en Colombia aseguró que dichas armas pertenecen a integrantes de las Farc que saldrán de las zonas veredales para realizar tareas de pedagogía, sustitución de cultivos y desminado. Hasta la fecha, el organismo ha registrado 8.000. Además, comenzará búsqueda de caletas.
ONU recibirá otras mil armas de las Farc


Un mes después de que se completara la concentración de las Farc en las 26 zonas veredales y puntos transitorios acordados, y a pesar de los retrasos iniciales en el cronograma pactado por Gobierno y guerrilla, el proceso de dejación de armas -bajo la supervisión de Naciones Unidas- avanza a buen ritmo para cumplir los tiempos previstos, aunque no son menores los retos que tiene por delante.
Así lo dejó ver el jefe de la misión de la ONU en Colombia, Jean Arnault, quien entregó este miércoles un balance de los avances que se han dado durante las últimas semanas y explicó el trabajo que realiza el organismo internacional como veedor de la dejación. Las cuentas revelan que a la fecha cerca del 85 % de las armas que se encuentran en los campamentos de las Farc ya han sido identificadas, marcadas y registradas por el organismo, en un proceso que tardó más tiempo del esperado, por cuenta de las condiciones climáticas.
“Estamos en 85 % del registro de las armas en campamentos. Ha habido preocupaciones y muchas inquietudes sobre ese tema, pero puedo confirmarles que hay armas nuevas, que son cortas, largas y de acompañamiento, es decir, de alto calibre. Es un registro que cubre toda la gama de armas que han estado en las manos de las Farc”, declaró Arnault al anticipar que entre hoy y mañana se llegará a una cifra de aproximadamente 8.000 armas.
El número, sin embargo, aumentaría en los próximos días, pues no contempla el armamento ubicado en caletas y cuyo proceso de recolección iniciará una vez concluya el registro total de las armas en los campamentos. Una tarea que según el mismo Arnault no será nada fácil: “Hemos hecho ensayos. Son decenas de caletas que se encuentran en zonas de muy difícil acceso y va a tomar un tiempo lograr la recolección y traslado a los contenedores de la ONU. En los próximos dos o tres días acordaremos con las Farc y el Gobierno un cronograma detallado de este proceso”.
El organismo también se está preparando para recibir esta semana cerca de 1.000 armas que pertenecen a los guerrilleros que saldrán de las zonas veredales a realizar trabajos relacionados con el proceso de paz. “El proceso continúa con la entrega de las armas que corresponden a los integrantes de las Farc que saldrán de las zonas de concentración para participar en cursos de capacitación, en tareas de sustitución de cultivos ilícitos y de desminado humanitario”, aseveró el diplomático francés.
El jefe de la misión de la ONU aprovechó, además, su intervención para resaltar la importancia de la reunión ampliada de la comisión de seguimiento a la implementación que se realizó el fin de semana en Cartagena, en la que se lograron compromisos para avanzar cuanto antes en la implementación de lo pactado en el acuerdo final. “Le damos mucha importancia a la reunión que se realizó este fin de semana, donde ambas partes acordaron agilizar la implementación del Acuerdo de Paz en varios frentes. En la ONU pensamos que no se puede concebir un proceso de dejación de armas y reintegración de las Farc a la vida civil sin que se avance en una serie de temas pendientes como las zonas veredales, las garantías de seguridad y las garantías jurídicas”, destacó.
Asimismo, Arnault hizo un breve resumen del contenido del informe entregado por el secretario de las Naciones Unidas al Consejo de Seguridad sobre la misión en Colombia, señalando que en el documento se resaltaron las tres razones que -consideran- hacen que la implementación del Acuerdo de Paz en el país sea una labor compleja: los contrastes entre las expectativas sobre lo pactado y las capacidades necesarias para cumplirlo; la situación especial que se registra en las zonas de conflicto en donde hay violencia remanente, asesinato de líderes sociales y economías ilegales, y el inicio de la campaña presidencial que tendrá impacto directo en el proceso de paz.
“Estamos convencidos de que este proceso, en medio de las dificultades, tiene dos activos. Por un lado la determinación de las partes de hacer todo lo posible para que se cumpla el acuerdo dentro de los tiempos y, por el otro, que si bien existen ciertos niveles de duda y escepticismo, también hay un nivel de respaldo nacional y contundente, un rechazo a la violencia. Las combinaciones de esos dos factores son importantes para el éxito de este proceso”, concluyó.