PodÃa ser algo sobre lo que sospecháramos, pero nada que estuviera confirmado. Ahora Wikileaks ha sacado a la luz miles de documentos pertenecientes a la CIA que señalan que la agencia de inteligencia de Estados Unidos contaba con el software y los hackers para romper la encriptación de servicios de mensajerÃa privada como WhatsApp o Telegram. Y no solo eso. Los primeros documentos publicados hablan también de la capacidad de la división cibernética de la CIA para grabar conversaciones a través de los sistemas de reconocimiento de voz de smart TVs de marcas como Samsung.
A partir de este martes, Wikileaks ha comenzado a difundir miles de documentos secretos o clasificados de la agencia, en una operación llamada Vault7, anunciada recientemente por el fundador del grupo ciberactivista, Julian Assange. Solo este martes, Wikileaks ha sacado a la luz 7.818 enlaces con 943 archivos adjuntos, en lo que han denominado, a través de una nota de prensa, solo una parte de "la mayor filtración de la historia de la CIA".
Las primeras revelaciones de Vault7 señalan que la agencia ha desarrollado las herramientas de software necesarias para espiar las conversaciones y los archivos (de voz e imagen) de servicios de mensajerÃa usados por millones de personas en todo el mundo, como Signal, WhatsApp o Telegram . Los documentos apuntan a que los hackers de la CIA eran capaces de romper los sistemas de encriptación con los que Telegram defendÃa la privacidad de sus usuarios, y que recientemente implantó también WhatsApp. La filtración habla de que esto podrÃa producirse en sistemas operativos Android.
Weeping Angel podÃa usar el sistema de reconocimiento de voz de los televisores Samsung Smart TV para registrar las conversaciones en el entorno del aparato, grabarlas y enviarlas directamente, vÃa internet, a los servidores de la CIA
Vault7 también habla de programas como Weeping Angel, desarrollado conjuntamente con la inteligencia británica, que permitÃa espiar conversaciones a través de televisores inteligentes. En concreto, este programa podÃa usar el sistema de reconocimiento de voz de los televisores Samsung Smart TV para registrar las conversaciones en el entorno del aparato, grabarlas y enviarlas directamente, vÃa internet, a los servidores de la CIA.
En 2015, la compañÃa tecnológica surcoreana reconoció las debilidades de su sistema de reconocimiento de voz y lanzó una advertencia a sus usuarios, alertándoles de que las conversaciones delante de sus televisores podrÃan llegar a terceros.
Otro de los programas filtrados es Umbrage, una inmensa biblioteca de tácticas de ciberespionaje jamás reveladas hasta ahora, y que recoge los conocimientos en este campo robados a otros paÃses como Rusia. Esta colección ha permitido que la CIA jamás haya sido descubierta detrás de cualquier operación cibernética que haya ejecutado en el mundo.
La agencia ha desarrollado las herramientas de software necesarias para espiar las conversaciones y los archivos (de voz e imagen) de servicios de mensajerÃa usados por millones de personas en todo el mundo, como Signal, WhatsApp o Telegram, a pesar de estar encriptados
Los documentos todavÃa deben ser autentificados. Según Wikileaks, la información ha llegado a su organización a través de una fuente de quien no ha revelado detalles. Esta fuente habrÃa recogido el trabajo de otros exagentes de inteligencia y contratistas privados con interés en dar a conocer el funcionamiento de la CIA y su división cibernética. Vault7 solo serÃa una pequeña parte de los datos recogidos por esta red.
En su comunicado, Wikileaks ha justificado la publicación de Vault7 en su voluntad de poner sobre la mesa del debate público, nuevamente, cuestiones como la privacidad y la seguridad. Después de que Edward Snowden diera a conocer las capacidades cibernéticas de la Agencia Nacional de Inteligencia (NSA, por sus siglas en inglés) y del US Cyber Command, dependiente del Pentágono, es la primera vez que acusaciones similares pueden caer sobre la CIA. Esta última habÃa desarrollado sus software de espionaje y de vigilancia de manera paralela.