No somos conscientes de todo aquello que puede llegar a capturarse en una imagen, de la habilidad que muchos artistas tienen para congelar en el espacio y en el tiempo hechos y fenómenos inimaginables.
Como en el cuento de "La Sirenita" en el que la bruja Úrsula embotellaba la dulce voz de Ariel a cambio de darle piernas, cosificando y materializando algo intangible ¿Creiaís que sería posible cazar el sonido en una instantánea?
En una fría mañana de marzo, Swoboda visitó Huntley Meadows Park, una isla en Virginia que es conocida por albergar un ecosistema con una gran variedad vida silvestre; la fotógrafa esperaba retratar al tordo sargento, una especie de ave del tamaño de un petirrojo, muy característica por los colores de sus alas y por el particular canto gutural que produce.
Kathrin dice, “En concreto, quería fotografiar su aliento, que se condensa en el aire frío cuando es expulsado”.
"[...] unas fotografías de un tordo sobre una rama no tendrían nada de particular si no fuera porque, en la imagen, esta fotógrafa amateur ha logrado captar la forma que tiene el sonido que emite el ave"
La suerte que tuvo la fotógrafa fue la de encontrar a un tordo especialmente ruidoso y que estaba dibujado por el sol que se encontraba a sus espalda; gracias al vaho que el ave producía por el frío y a la luz solar, Swoboda pudo ver los anillos que tomaban forma en el aire conducidos por su canto.
Swoboda pudo capturar este fenómeno en un par de impresionantes fotografías; una de ellas le ha valido el primer lugar en los Audubon Photography Awards de este año.
Si siglos atrás se creía que los retratos robaban el alma de los modelos, con estas imágenes dejamos de ser escépticos, creemos en que todo puede ser susceptible de ser capturado por una cámara, hasta lo que sabemos que no puede verse, ni tocarse.
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