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Expediente Uribe: La hacienda Guacharacas, y Monsalve con camuflado en 2012

Expediente Uribe: La hacienda Guacharacas, y Monsalve con camuflado en 2012
Juan Guillermo Monsalve en Guacharacas, con camuflado militar y portando un arma. Seg煤n su testimonio, al fondo est谩n localizada la casa de la profesora de la hacienda. Foto extra铆da del libro Por las sendas de El Ub茅rrimo (2012)

脕lvaro Uribe est谩 privado de la libertad porque tanto 茅l como su equipo de defensa, a partir de m茅todos ilegales como el soborno, quisieron modificar los testimonios sobre el narcotr谩fico y el paramilitarismo en el nordeste antioque帽o. ¿Cu谩l es la historia que han querido ocultar?

脫scar Sotelo Ortiz

@oscarsopos

No es una exageraci贸n afirmar que todo lo relacionado con la hacienda Guacharacas ha conservado un lugar prioritario en la memoria del expresidente 脕lvaro Uribe V茅lez. De hecho, su autobiograf铆a No hay causa perdida (2012) as铆 lo demuestra.
Seg煤n la secuencia narrativa expuesta en el libro, el desenlace del 5 de mayo de 2003 en el fallido rescate militar y primer fracaso de la pol铆tica de seguridad democr谩tica, que le cost贸 la vida al entonces gobernador de Antioquia Guillermo Gaviria Correa, al empresario Gilberto Echeverry Mej铆a y a ocho miembros de la fuerza p煤blica que se encontraban en poder de las FARC, llevar铆a al exmandatario a recordar los acontecimientos que veinte a帽os atr谩s terminaron con la vida de su padre, el ganadero y patriarca Alberto Uribe Sierra.
La historia oficial
En resumen, la historia desde el relato de 脕lvaro Uribe V茅lez es as铆: Don Alberto Uribe, un hombre “hecho a pulso”, amante de los caballos, la m煤sica y el baile, viaj贸 de manera abrupta aquel martes 14 de junio de 1983 “a su propiedad favorita”, la hacienda Guacharacas, lugar que no visitaba hac铆a varios meses por la presencia de las FARC en la zona del nordeste antioque帽o.
A bordo de su helic贸ptero personal y en compa帽铆a de sus hijos Santiago y Mar铆a Isabel, Alberto Uribe aterriz贸 sobre las cuatro de la tarde en Guacharacas, propiedad ubicada en los municipios de San Roque y Yolomb贸. Media hora despu茅s un comando armado de las FARC vestidos de civil se tom贸 la propiedad. La respuesta del patriarca fue desenfundar su pistola Walther y responder a la inesperada visita con la descarga del proveedor.
El resultado final no solo fue el asesinato de Uribe Sierra sino tambi茅n la herida en el pulm贸n de Santiago Uribe V茅lez, situaci贸n que lo tuvo en cuidados intensivos por varios d铆as hasta su recuperaci贸n. 脕lvaro Uribe, desesperado por la fatal noticia, tom贸 el primer helic贸ptero en busca de su familia, pero el mal tiempo evit贸 su aterrizaje en Guacharacas.
En No hay causa perdida, 脕lvaro Uribe V茅lez agrega un dato adicional que califica como “la tragedia final de Guacharacas”. Se trata de los hechos ocurridos el 25 de febrero de 1996, cuando un comando armado del ELN irrumpi贸 en la finca y quemaron la casa. Uribe, que era gobernador de Antioquia por aquel entonces, junto a la familia decidieron darle la propiedad a un trabajador de Guacharacas para que se hiciera cargo “de lo poco que quedaba”. Este trabajador fue ultimado por el ELN el 31 de mayo de ese mismo a帽o.

Izquierda: Ubicaci贸n de la hacienda Guacharacas en el nordeste antioque帽o. Derecha: Georreferencia de Guacharacas en las regiones Andina, Pac铆fico y Caribe. Elaborado en Google Maps

El manto de duda
脕lvaro Uribe V茅lez ten铆a 30 a帽os cuando asesinaron a su padre. Desde ese momento hasta el d铆a de hoy ha tenido que dar explicaciones sobre lo ocurrido en Guacharacas. ¿Por qu茅?
Las primeras dudas que se tejen alrededor de la vida p煤blica tanto del exmandatario como de su familia tienen una explicaci贸n: el narcotr谩fico. El pionero trabajo de Fabio Castillo, Los jinetes de la coca铆na (1987), que condensa toda la investigaci贸n liderada por el periodista Guillermo Cano y su equipo period铆stico en El Espectador, no escatima en gastos al identificar de manera escueta a Alberto Uribe Sierra como “un reconocido narcotraficante”.

P谩gina de obituarios del peri贸dico El Colombiano del 16 de junio de 1983.

Castillo agrega que al multitudinario entierro del patriarca asesinado, donde asisti贸 la crema y nata de la sociedad antioque帽a incluido el presidente Belisario Betancur, existieron “veladas protestas de quienes conoc铆an sus v铆nculos con la coca铆na”. Como evidencia de ello est谩 en que la empresa fachada de Pablo Escobar ‘Medell铆n sin tugurios’ lament贸 la muerte de Alberto Uribe Sierra en los obituarios de los principales peri贸dicos de Medell铆n.
La repentina riqueza de Alberto Uribe Sierra que lo llev贸 de vivir en Laureles, un barrio de clase media y de deberle plata a medio mundo, a tener casa elegante, haciendas en varios departamentos, caballos de lujo y helic贸ptero como medio de transporte; la inocultable amistad de equinos y bohemia entre el “magn铆fico” Uribe Sierra y don Fabio Ochoa, patriarca de la familia narcotraficante Ochoa V谩squez; la sombr铆a labor de 脕lvaro Uribe V茅lez al frente de la Aeron谩utica Civil (1980-1982) en momentos donde aumentaron las licencias para las aeronaves del narcotr谩fico; as铆 como el fugaz paso de tres meses por parte del expresidente en la Alcald铆a de Medell铆n (1982), an贸mala situaci贸n que a煤n hoy no tiene explicaci贸n, son algunos de los ejemplos que siembran poderosas dudas sobre la oscura relaci贸n de la familia Uribe V茅lez con el narcotr谩fico.
El misterio de los helic贸pteros
Sin embargo, la desdicha de Guacharacas de 1983 dej贸 en evidencia que exist铆a una relaci贸n entre la familia Uribe V茅lez y el Cartel de Medell铆n. Dos helic贸pteros fueron los protagonistas.
El primero es el helic贸ptero Hugues 500 con matr铆cula HK 2704E de propiedad de Alberto Uribe Sierra, el mismo que lo transport贸 a la hacienda Guacharacas el 14 de junio de 1983 y que se cre铆a destruido por los insurgentes, ocho meses despu茅s fue encontrado en los Llanos del Yar铆 en la operaci贸n que allan贸 el complejo cocalero de “Tranquilandia” donde el Cartel de Medell铆n ten铆a nueve laboratorios, ocho pistas clandestinas de aterrizaje y un stock de 13.8 toneladas de coca铆na. Para el 10 de marzo de 1984, el aparato del fallecido padre de 脕lvaro Uribe V茅lez hac铆a parte de la flota a茅rea del narcotr谩fico.
El segundo helic贸ptero es el que tom贸 desesperado 脕lvaro Uribe V茅lez ante las fatales noticias que llegaban de Guacharacas. Seg煤n inform贸 en su momento El Mundo, sobre las 6:45 p.m. despeg贸 de Medell铆n un moderno helic贸ptero, propiedad del representante a la C谩mara Pablo Escobar Gaviria, con el prop贸sito de rescatar a Santiago Uribe V茅lez para ser internado en una cl铆nica.

Helic贸ptero Hugues 500 con matr铆cula HK 2704E de propiedad de Alberto Uribe Sierra encontrado en «Tranquilandia», complejo para la producci贸n de coca铆na del Cartel de Medell铆n.

Ante los dos helic贸pteros que comprometen a la familia Uribe V茅lez con el Cartel de Medell铆n, el expresidente siempre ha tenido explicaciones para justificar los nexos. Con respecto al primero, la defensa se ha basado en que este fue vendido a Fidel Ram铆rez Ch谩vez como parte de pago de una deuda que contrajo el patriarca Uribe Sierra. Aunque Aerocivil report贸 la venta 17 d铆as despu茅s del golpe a “Tranquilandia”, este argumento le ha bastado a la opini贸n p煤blica para exonerarlo de sus responsabilidades.
Con relaci贸n a la segunda aeronave, la posici贸n de 脕lvaro Uribe como v铆ctima ante un hecho violento, ha sido suficiente para no exigir mayores explicaciones de su viaje en la noche del 14 de junio de 1983 a bordo de un helicoptero cuyo propietario era Pablo Escobar Gaviria, amo y se帽or del narcotr谩fico en ese momento de la historia.
El sombr铆o despu茅s
El asesinato de Alberto Uribe Sierra no limit贸 ni los intereses econ贸micos de la familia Uribe V茅lez, ni detuvo las pretensiones pol铆ticas del hermano mayor de la familia. 脕lvaro, de manera acelerada ascendi贸 a altos y poderosos cargos del Estado como senador (1986-1994), gobernador de Antioquia (1995-1997) y presidente de la Rep煤blica (2002-2010).
La hacienda Guacharacas sigui贸 en manos de la familia bajo la sociedad Uribe V茅lez Inversiones. Es importante acotar el particular contexto que entre la d茅cada de los ochenta y noventa se experiment贸 en la zona donde se encuentra ubicada la pol茅mica finca.
Tal y como lo se帽alan Iv谩n Cepeda y Alirio Uribe en su libro Por las sendas de El Ub茅rrimo (2012), en este periodo los tranquilos pueblos del nordeste antioque帽o se convirtieron en territorios de sanguinarios enfrentamientos: “El surgimiento del narcotr谩fico, la utilizaci贸n de grupos armados por parte de hacendados para resolver conflictos con los campesinos y la confrontaci贸n con las guerrillas, trajeron la aparici贸n de poderosos clanes terratenientes ligados al paramilitarismo”.
En la zona de Guacharacas, junto a los Uribe V茅lez, estaban los hermanos Villegas Uribe y los Gall贸n Henao, clanes familiares que entablaron una reconocida amistad a partir de varias sociedades comerciales en las distintas propiedades en jurisdicci贸n de San Jos茅 de Nus, corregimiento de San Roque. Luis Alberto Villegas era el propietario de una bomba de gasolina, fachada de un poderoso cartel que hurtaba combustibles, mientras que Santiago y Pedro David Gall贸n Henao eran parte de un grupo narcotraficante que se dio a conocer por el asesinato del futbolista Andr茅s Escobar en 1994.
La otra versi贸n
A帽os despu茅s del asesinato del patriarca Alberto Uribe, lleg贸 a la zona la familia Monsalve Pineda en busca de trabajo. Se asentaron en Guacharacas y la vida, tanto de los humildes trabajadores como de los poderosos hacendados, cambiar铆a para siempre.
脫scar Monsalve Correa, padre de la familia, se convirti贸 r谩pidamente en el mayordomo de la hacienda. Juan Guillermo Monsalve Pineda lleg贸 a la finca con tan solo ocho a帽os y all铆 creci贸. Como trabajador de la propiedad se convirti贸 en paramilitar. En su testimonio se encuentra el cabo suelto de Guacharacas.
La llamada por 脕lvaro Uribe V茅lez “tragedia final de Guacharacas” en su libro No hay causa perdida, es el acontecimiento que confronta no solo Juan Guillermo Monsalve sino tambi茅n el testimonio de Pablo Hern谩n Sierra, otro paramilitar que alcanz贸 a ser jefe del Bloque ‘Cacique Pipint谩’ de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, y que lleg贸 a la regi贸n comenzando la d茅cada de los noventa.
En efecto, la otra versi贸n gira sobre los hechos ocurridos el 25 de febrero de 1996 en la hacienda Guacharacas. Como ya se anot贸, en esa oportunidad integrantes del frente ‘Bernardo L贸pez Arroyave’ del ELN, al mando de Francisco Javier Zuluaga “Juan Pablo” ingresaron a la finca, incendiaron la casa principal, robaron m谩s de 600 reses y media docena de caballos y mulas. Meses despu茅s asesinaron a Tob铆as Arnulfo Mira S谩nchez, trabajador que no acat贸 la orden del grupo armado de abandonar el lugar.

Santiago Uribe V茅lez

Sin embargo, seg煤n Pablo Hern谩n Sierra, las incursiones del ELN ten铆an como antecedente una vieja disputa entre Santiago Uribe V茅lez y uno de los trabajadores de Guacharacas, Dar铆o Granda. El pleito se habr铆a generado por reclamos en los trabajos de miner铆a que desarrollaba el trabajador en el r铆o Nus, llevando en primer momento a una confrontaci贸n p煤blica entre patrono y obrero, y despu茅s al ingreso de Granda al ELN bajo el alias de “Gigante”, posici贸n donde persuadi贸 sin dificultad al grupo guerrillero a cometer la violenta acci贸n armada en la hacienda.
Pasados varios a帽os, Granda cambi贸 de bando y pas贸 a engrosar las filas del Bloque Metro de los paramilitares. Pablo Hern谩n Sierra no duda en afirmar que, al ser descubierto por Santiago Uribe V茅lez, este habr铆a dado la orden de asesinarlo, acci贸n que ocurri贸 el 19 de diciembre de 2002.
El Bloque Metro y la convivir ‘El C贸ndor’
La evidencia determina que los acontecimientos del 25 de febrero de 1996 ocasionaron la ira del gobernador de Antioquia, 脕lvaro Uribe V茅lez, quien con vehemencia implementaba su pol铆tica de “seguridad democr谩tica” en el departamento. El hecho que enfurec铆a al ganadero gobernante era que el eleno “Juan Pablo” se pavoneara por la regi贸n a bordo de su caballo de paso fino hurtado en Guacharacas. Era su “bestia” favorita.

Juan Guillermo Monsalve en la hacienda Guacharacas. En el fondo de la fotograf铆a se observa una tienda de campa帽a con otros hombres del grupo paramilitar. Foto extra铆da del libro Por las sendas de El Ub茅rrimo (2012).

Seg煤n las versiones tanto de Monsalve Pineda como de Sierra, las consecuencias de este hecho fueron la creaci贸n de un grupo paramilitar conocido como ‘Los Macetos’ cuyo centro principal de operaciones era la Hacienda Guacharacas, los corregimientos de Cristales y San Jos茅 de Nus en San Roque, los municipios de Santo Domingo, San Carlos, Cisneros, Yolomb贸 y Maceo en Antioquia. Este comando paramilitar ser铆a el embri贸n del Bloque Metro de las AUC.
El grupo ilegal se mimetiz贸 en la figura que proporcionaba las Cooperativas de Seguridad Privada, Convivir, que por aquel entonces eran promocionadas con ah铆nco por el gobernador de Antioquia. As铆 fue conformada la convivir ‘El C贸ndor’ bajo la direcci贸n de los clanes familiares Uribe V茅lez, Gall贸n Henao y Villegas Uribe.
La resoluci贸n 42378 del 18 de septiembre de 1996 emitida por la Gobernaci贸n de Antioquia proporcion贸 personer铆a jur铆dica a la convivir ‘El C贸ndor’ con la representaci贸n legal de Luis Alberto Villegas Uribe, conocido en las estructuras paramilitares con el alias de “Tubo” y quien pose铆a un extenso prontuario criminal como fundador del cartel de gasolina en el nordeste, as铆 como por ser el financiero de la estructura paramilitar en la regi贸n.
La violencia paramilitar
La misi贸n fundacional de ‘Los Macetos’ fue la denominada “limpieza social”. El grupo recorr铆a a sus anchas los caminos de San Roque. Al mando de Luis Alberto Villegas, Juan Guillermo Monsalve se incorpor贸 a la estructura armada y desde entonces se conoci贸 con el alias de “Guacharaco”.

«Doble Cero» patrulla junto a paramilitares del Bloque Metro de las AUC. Foto Eliana Aponte

El grupo se reforz贸 con 40 hombres prevenientes de Medell铆n y del Urab谩 antioque帽o, convirti茅ndose tiempo despu茅s en el Bloque Metro de las AUC, cuya presencia se extendi贸 a las ciudades de Medell铆n y Bello bajo la comandancia de Carlos Garc铆a, alias “Doble Cero”, uno de los hombres de confianza de Carlos Casta帽o. “Doble Cero” hab铆a sido lancero del Ej茅rcito Nacional, era abogado de la Universidad de Antioquia y representaba el ala radical del anticomunismo paramilitar.
Juan Guillermo Monsalve ha afirmado que durante este proceso la hacienda Guacharacas se convirti贸 en la base del grupo armado. Sus declaraciones han estado acompa帽adas de fotograf铆as donde se ve a este vestido de camuflado en los predios de la finca que fue propiedad de los hermanos Uribe V茅lez, hasta su venta a finales de 1996 a una empresa de Santiago Gall贸n Henao.
La masacre de San Roque
Seg煤n las versiones de Monsalve y Sierra los blancos prioritarios del grupo paramilitar fueron inicialmente los involucrados a la agresi贸n en la hacienda Guacharacas. El caso del carnicero 脕lvaro de Jes煤s Carmona, se帽alado de adquirir una de las reses hurtadas por el ELN, ayuda a esclarecer las circunstancias de la llamada Masacre de San Roque.
El 14 de agosto de 1996 los se帽ores Luis Alfonso Mart铆nez Su谩rez, Miguel 脕ngel Amariles Zapata, Luis Alfonso Pel谩ez Vega, Durubin Cifuentes S谩nchez y Francisco Faber Toro viajaron de San Roque a las instalaciones de la XIV Brigada del Ej茅rcito Nacional con sede en el municipio de Puerto Berrio; el prop贸sito del viaje colectivo era renovar los salvoconductos de unas armas cuyo porte se encontraba autorizado, diligencia que logr贸 realizarse.
En el veh铆culo de regreso a San Roque, adem谩s de la comitiva, se transportaban Henry de Jes煤s Jim茅nez Arroyave (menor de edad) y el carnicero 脕lvaro de Jes煤s Carmona. Nunca regresaron al municipio del nordeste antioque帽o. Todos ellos, junto con el conductor del veh铆culo, fueron desaparecidos por el grupo paramilitar.
Sin noticias de sus seres queridos, los familiares de las v铆ctimas emprendieron la b煤squeda. En reuni贸n con el se帽or Gerardo Montoya, alcalde del municipio por aquel entonces, el grupo de v铆ctimas entablaron contacto con el capit谩n del Ejercito Nacional que lideraba la tropa en la zona.
El oficial del Ej茅rcito y los familiares de los desaparecidos se enrutaron al corregimiento Cristales donde se percataron de la existencia de un grupo paramilitar. La comitiva de b煤squeda no solo constat贸 que los alzados en armas controlaban la cancha de f煤tbol del corregimiento, sino la relaci贸n estrecha entre Ej茅rcito y paramilitares.
Al saber el motivo de la visita y el nombre de las personas que el grupo de familiares buscaban, el comando paramilitar inform贸 con crudeza la situaci贸n: “La ley y el lema de nosotros es no dejar testigos (…) Est谩n muertos por ser colaboradores de la guerrilla y es mejor que no busquen m谩s”.
El 21 de noviembre de 2013, el Consejo de Estado declar贸 responsable a la Naci贸n a trav茅s del Ministerio de Defensa por no evitar la desaparici贸n de las v铆ctimas de la Masacre de San Roque. Adem谩s, el alto tribunal manifest贸 la responsabilidad de la Gobernaci贸n de Antioquia por haber fomentado la creaci贸n de grupos armados Convivir.
El Nus es un r铆o de sangre
La violencia se convirti贸 en la cotidianidad de la regi贸n, siendo las masacres el m茅todo preferido de intimidaci贸n por parte del grupo paramilitar. El periodista Juan Jos茅 Hoyos del peri贸dico El Colombiano, en su nota ‘Los peces de la vida’, as铆 lo rese帽贸: “Esos a帽os nadie los olvida. El Nus parec铆a un r铆o de sangre”.
El 17 de junio de 1996, el grupo paramilitar ingres贸 a San Jos茅 de Nus y al poblado de El Diluvio, reunieron a los habitantes, se presentaron y amenazaron con ejecutar a toda persona que colaborara con la guerrilla. Acto seguido, lista en mano, fueron a la casa del comerciante Alfonso Zuleta. Lo sacaron de su casa, le amarraron las manos y lo ejecutaron frente a la impotente mirada de la poblaci贸n.
Un mes despu茅s, el 13 de julio de 1996, el grupo paramilitar lleg贸 al corregimiento de Providencia en San Roque. Imitando el accionar de los hechos de El Diluvio, con lista en mano seleccionaron a seis mineros de la zona, entre ellos Nicol谩s Mesa, un reconocido l铆der comunitario. Fueron ejecutados.
El caso de “Juan Pablo”
Especial atenci贸n llama la muerte de “Juan Pablo”, el l铆der del ELN que dirigi贸 la toma armada de Guacharacas. Joseph Contreras y Fernando Garavito en La biograf铆a no autorizada de 脕lvaro Uribe V茅lez (2002) recuerdan como el gobernador de Antioquia present贸 la muerte del insurgente como una cooperaci贸n eficiente entre la convivir ‘El C贸ndor’ que delat贸 a los guerrilleros y la acci贸n de la IV Brigada del Ej茅rcito Nacional que dio de baja al comandante del ELN, operaci贸n que estuvo al mando del general Alfonso Manosalva, alto oficial se帽alado por Salvatore Mancuso como colaborador con la causa paramilitar.
Versiones posteriores narraron que ‘Los Macetos’ capturaron al comandante del ELN, lo torturaron por tres d铆as y despu茅s lo entregaron al Ej茅rcito. La misi贸n del grupo paramilitar fue vengar la quema de Guacharacas y la osad铆a de montar el caballo preferido del Gobernador.
Seg煤n las precarias cifras de la Unidad de V铆ctimas, la violencia paramilitar en San Roque dej贸 para el a帽o 1996 cerca de 305 personas desplazadas, 67 asesinados y siete personas desaparecidas.
Paramilitarismo
Las declaraciones de Pablo Hern谩n Sierra y Juan Guillermo Monsalve, entregadas a la Fiscal铆a en el a帽o 2011 y despu茅s al congresista Iv谩n Cepeda en el a帽o 2012, permitieron la informaci贸n para el debate “脕lvaro Uribe V茅lez: narcotr谩fico, paramilitarismo y parapol铆tica” liderado por el senador del Polo Democr谩tico Alternativo el 17 de septiembre de 2014.
Contra viento y marea el expresidente 脕lvaro Uribe y su s茅quito de abogados han intentado cambiar esta versi贸n que lo compromete, tanto a 茅l como a su familia, con la promoci贸n y fortalecimiento del paramilitarismo en Antioquia. Por el momento, sus intentos ilegales y desesperados por enderezar este cabo suelto de la historia lo tienen privado de la libertad.

脕lvaro Uribe V茅lez ante la Corte Suprema de Justicia

Bibliograf铆a
Castillo, Fabio (1987); Los jinetes de la coca铆na; Bogot谩 D.E., Colombia; Editorial Documentos Period铆sticos.
Cepeda, Iv谩n & Uribe Alirio (2012); Por las sendas de El Ub茅rrimo; Bogot谩, Colombia; Ediciones B.
Contreras, Joseph & Garavito, Fernando (2002); Biograf铆a no autorizada de 脕lvaro Uribe V茅lez “El se帽or de las sombras”; Bogot谩, Colombia; Editorial Oveja Negra.
Uribe V茅lez, 脕lvaro (2012); No hay causa perdida; New York, EE. UU.; Celebra, Penguin Group.




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