Este 31 de diciembre se cumplió oficialmente el llamado periodo de transición establecido en el acuerdo de salida del Reino Unido de la Unión Europea; proceso conocido como Brexit, llegando la hora cero para la ruptura de los lazos entre la organización paneuropea y uno de los que otrora fuera uno de sus más importantes miembros.
Con el cumplimiento del llamado periodo posbrexit, la relación UE – Reino Unido llegó a su fin tras 48 años de permanecía británica al bloque comunitario.
Con la salida de la Unión Europea, oficialmente Reino Unido dejó de gozar de los llamados beneficios comunitarios enmarcados en el mercado común único, entre los que se cuenta la unión aduanera.
Durante el llamado periodo posbrexit, en el que las partes debían acordar la firma de nuevos tratados bilaterales (UE – Reino Unido), se consiguió la firma de un acuerdo provicional que regirá a partir del 2021, y que estuvo marcado por conversaciones en su mayoría infructuosas, y que aún no ha logrado ser refrendado por el parlamento británico.
Pese a la emoción que despierta este evento en gran parte de la población británica, sobre todo los ciudadanos de zonas como Londres, debido a la pandemia, no se presentaron celebraciones que enmarquen el divorcio oficial.
Sin embargo, así como existen sectores que respaldaron la salida británica de la UE, esta ruptura histórica, generó descontento en algunos territorios limítrofes irlandeses, y escoceses, quienes han manifestado reiteradamente incertidumbre frente a las reglas y términos que regirán las relaciones comerciales, y algunas actividades extractivas como la pesca.
Con esta salida definitiva del mercado único y la unión aduanera del bloque, el Reino Unido finiquitó un periodo que inició oficialmente el pasado 31 de enero de 2020.
Con el nuevo acuerdo logrado entre Bruselas y Londres, se logró superar el tema arancelario y el modelo de cuotas sobre las mercancías que cruzan por el icónico Canal de la Mancha, no obstante el nuevo acuerdo representa áun retos para los empresarios de las industrial exportadoras británicas, las cuales ahora tendrán que demostrar la competencia o idóneidad de sus productos para el llamado mercado único europeo.
0 Comentarios