La espita de provocó esta explosión de ira fue el fallecimiento el pasado sábado y en extrañas circunstancias de un ciudadano de origen africano de 23 años de edad. La policía le paró para hacerle un control de identidad y se lo llevó detenido después de que el joven empezara a grabar lo que estaba ocurriendo con su teléfono móvil. Según la versión policial, se desmayó tras llegar a comisaría y fue trasladado a un hospital, donde falleció. Las autoridades han abierto una investigación por "homicidio involuntario".
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