El mismo Hernando JosĂ© MarĂn Lacouture se autodenominĂ³ el “cantante del pueblo” en su famosĂsima canciĂ³n La ley del embudo (canciĂ³n que traspasĂ³ fronteras, se convirtiĂ³ en el himno de los mĂ¡s desvalidos y hasta del M19), que habla sobre los problemas sociales acuciantes y la desigualdad existente entre los mĂ¡s ricos y los mĂ¡s pobres; los primeros, con lo “ancho pa’ ellos” y, los segundos, con “lo angosto”.
El cantante del pueblo naciĂ³ un domingo de 1946, exactamente el 1ero de septiembre de ese año agitado por los estertores de la Segunda Guerra Mundial. Vino al mundo en el corregimiento de El Tablazo, jurisdicciĂ³n del municipio de San Juan del Cesar, departamento de La Guajira, donde sin ningĂºn tipo de influencia desarrollĂ³ su particular habilidad de compositor y cantautor provinciano. Nunca se les olvide La ley del embudo…
Podemos decir, sin riesgo a equivocarnos, que su legado atraviesa transversalmente a nuestro folclor; las composiciones de MarĂn Lacouture han adoptado diferentes intĂ©rpretes, dentro de los cuales se rescatan importantes voces, como las de Diomedes DĂaz, Poncho Zuleta, Rafael Orozco, Jorge Oñate, Silvio Brito, entre otros; de manera que podemos decir que el vallenato se sustenta —en gran parte— en la herencia que Nando MarĂn construyĂ³, paso a paso, entre su natal Guajira y su viejo Valledupar.
Es considerado por muchos compositores y crĂticos como el mĂ¡s importante compositor de la llamada “canciĂ³n romĂ¡ntica guajira” y de lo que se conoce como el “romanticismo vallenato”.
Gozamos de Nando MarĂn gracias a aquel personaje guajiro, alcahueta de muchas parrandas decisivas en la historia del vallenato, JosĂ© Parodi, quien en su famoso Kiosco Parrandero, en la mĂ¡gica guajira, permitiĂ³ algunos de los mĂ¡s excelsos momentos del folclor. El folclorista Parodi descubriĂ³ en El Tablazo a Hernando MarĂn. Desconozco las circunstancias exactas de ese descubrimiento, pero entiendo e imagino que debiĂ³ representar un verdadero hallazgo para Parodi, quien inmediatamente lo llevĂ³ a concursar a un festival.
Entonces fue “el sanjuanero JosĂ© Parodi (JoseĂto) lo descubriĂ³ en el Tablazo y lo llevĂ³ a concursar en el Festival del Fique en La Junta (La Guajira) en el año de 1974, ganando el concurso de la canciĂ³n inĂ©dita con el tema “Vallenato y Guajiro” que fue grabado por Beto MartĂnez. Desde allĂ se iniciĂ³ una rutilante carrera que lo llevĂ³ al sitial de los mĂ¡s grandes autores vallenatos de todos los tiempos.”[1]
Nando MarĂn ante todo fue un cantor comprometido, humilde, de gran carisma y capacidad retĂ³rica; los que lo conocieron de cerca afirman que tenĂan gran habilidad para expresar, le fluĂa el verbo, las canciones… Constatan allegados que podĂa escribir una canciĂ³n en un dosportrĂ©s; era un fenĂ³meno provinciano, un intelectual popular salido de las entrañas del campo colombiano. Desde joven aprendiĂ³ a sortear la agreste vida en el campo, lo cual le dio carĂ¡cter (segĂºn, el man era mamadorsĂsimo de gallo; pero tenĂa un reacio carĂ¡cter) y perseverancia.
Las composiciones de Nando MarĂn son narrativa pura, relatos provincianos vertidos en canciones del mas vallenato autĂ©ntico. Podemos usar como ejemplo bĂ¡sico la canciĂ³n La bola e’ candela, una magnĂfica adaptaciĂ³n de un cuento popular, enraizado en el Caribe rural, donde se habla de una persona (que a la final son muchas) que hizo pacto con el diablo a cambio de riquezas y buenas tierras. Estas ganancias y riquezas, el deudor diabĂ³lico, las pagarĂa a cambio de un trabajador. Cuenta y canta la canciĂ³n, que “aunque no lloviera / la mejor cosecha salĂa en ConvenciĂ³n”; desde luego, todo esto a cambio de un trabajador, hasta que se aburriĂ³ el diablo y llegĂ³ Ă©l mismo, en una bola de fuego, preguntando por el deudor.
Parte del compromiso social que MarĂn profesaba quedĂ³ reflejado en su importante canciĂ³n Los maestros (inmortalizada por la voz perenne de Los Hermanos Zuletas) donde reivindica el papel fundamental de los profesores en nuestra sociedad, esos seres “tan valientes y de noble corazĂ³n” que a veces no les damos las gracias. TambiĂ©n es claro al criticar el rol negligente del estado para con los docentes: “ese es otro que no sabe agradecer, tienen sus hijos tambiĂ©n, que los estĂ¡n enseñando…” Los pagos atrasados, las desniveladas relaciones de poder entre docentes y gobierno, y otros temas sobre la educaciĂ³n y la Ă©tica hacen parte de esta excelsa canciĂ³n. “Y hay que aplaudirle a esa gente tan valiente que ni les quieren pagar…” ¡Cipote vaina esta!
El carisma y la actitud parrandera de MarĂn Lacouture le permitieron ser un personaje codiciado por mujeres y hombres tambiĂ©n. La gente querĂa estar con Ă©l, parrandear con Ă©l, beber con Ă©l; era una especie de personaje imprescindible para sus amigos. “MarĂn ademĂ¡s de caracterizarse como un excelente parrandero y amigo de los grandes que tuvo la mĂºsica del acordeĂ³n, como haciendo apologĂa al maestro Rafael Escalona, Nando era amigo de sus amigos y si no que lo digan JosĂ© ‘Kasquita’ Mazeneth, quien conserva en su casa una de las guitarras del compositor que tanto se inspirĂ³ para componer sus obras musicales; ‘Cao’ Mendoza, ‘Ponchito’ Cotes, ‘Beto’ Barros, ‘Caco’ Coronel, JosĂ© Barliza, Roberto CalderĂ³n y tantos amigos parranderos que dejĂ³ el insigne juglar para el recuerdo.”[2]
TrabĂ³ una hermosa amistad con otro grande del folclor, Sergio Moya Molina, e incluso conformaron una agrupaciĂ³n que se llamĂ³ “El trĂo de oro”, junto a otro excelente mĂºsico guajiro —el primer compositor wayĂºu con Ă©xito moderado— (tambiĂ©n obliterado por el vallenato decadente que hoy impera) MĂ¡ximo Movil, tambiĂ©n conocido como “El indio de oro”. Entre los tres compositores se desarrollarĂa una sana, pero usufructuosa competencia: una semana Sergio Moya componĂa una canciĂ³n, a la otra siguiente, ya MĂ¡ximo Movil le tenĂa otra, listica; y asĂ seguĂa, en ese mismo son, Nando MarĂn. Los Ăºnicos ganadores de esa bella competencia fuimos nosotros los oyentes, los que nos deleitamos con el sabor y color del vallenato bien hecho, pues en esa dinĂ¡mica los integrantes de “El trĂo de oro” escribirĂan mĂ¡s de cincuenta canciones importantes.
Hay una canciĂ³n que marca un hito en Hernando MarĂn. Esa canciĂ³n es La creciente, llevada al paroxismo del Ă©xito por El Binomio de Oro, en la voz de irrepetible Rafael Orozco. Ese grande nubarrĂ³n que se alza en el cielo nos dice que ya se aproxima una fuerte tormenta; tambiĂ©n llega la mujer que yo mĂ¡s quiero… se crece la sangre en mis venas. No joda, ni siquiera tergiversando los versos pierden belleza. Con razĂ³n era una de las canciones favoritas de Rafael Orozco; e incluso, se dice que esta canciĂ³n fue la que permitiĂ³ que naciera el Binomio, era la canciĂ³n que tenĂa la letra y la melodĂa que estaban buscando: Nando MarĂn dio en el traste con las aspiraciones del Binomio de Oro.
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La dama guajira es una canciĂ³n que avizorĂ³, en su tiempo, la llegada de la minerĂa voraz y los extranjeros saqueadores a ese departamento. En ella el cantante del pueblo reniega de que, ahora como sĂ vale, venga “un enamorado” (empresas mineras) a enamorarla y prometer quererla. Es una canciĂ³n bellamente escrita. Una prosa provinciana incisiva junto a unos divinos acordes de guitarra le dan vida a ese quejido de protesta, de rechazo al modelo extractivista.
El repertorio que nos dejĂ³ es inmenso. Canciones que logran destacarse son La creciente, Tu ausencia, Villanueva mĂa, LĂ¡grimas de sangre, Los maestros, La ley del embudo, El mocoso, TĂº, Campesino parrandero, Lluvia de verano, El gavilĂ¡n mayor, La primera piedra, Recuerdos, La bola e’ candela, Bebiendo yo, La dama guajira, Canta conmigo, Juramento, Canta conmigo, Ventana de cristal, entre otras. Todas estas canciones han sido interpretadas, como se dijo, por los mĂ¡s variados cantantes del vallenato: el legado de MarĂn permea todo el gĂ©nero, con canciones en distintos ritmos, de manera contundente. QuizĂ¡ hayas escuchado un buen vallenato, lo tengas grabado en tu cabeza, y lo mĂ¡s probable, es que sea composiciĂ³n de Hernando MarĂn.
Por Ăºltimo, quise hacer hincapiĂ© en la canciĂ³n Canta conmigo, por ser esta la de mayor contenido social: esta composiciĂ³n es una exigencia de paz, una canciĂ³n que anhela reconciliaciĂ³n, armonĂa, concordia, fraternidad, camaraderĂa. Esta canciĂ³n la hizo famosa el Cacique de La Junta, quien tambiĂ©n le imprimiĂ³ el sentimiento que requerĂa interpretarla. En sus letras se ve claramente la posiciĂ³n progresista de MarĂn, su sentido humanista, su visiĂ³n de un Valledupar (y Colombia entera) sin guerra, cantando, con los acordeoneros del mĂ¡s renombre y los mejores versos.
Que Colombia sea la que cante, la vieja Colombia, la campesina, la rural, la urbana, toda Colombia en Paz.
*Imagen principal pertenece a La Cola de Rata.
[1] Hernan Baquero Bracho. (2011). Hernando MarĂn – BiografĂa. 22/07/2017, de Portal Vallenato Sitio web: https://portalvallenato.net/2011/12/07/hernando-marin-biografia/
[2] Edinson De la Hoz. (2011). Recordando a Nando MarĂn. 23/07/2017, de Radio Villanueva Sitio web: http://vivatufm.blogspot.com.co/2008/09/recordando-nando-marn.html
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