La economía de Brasil sufrió las consecuencias del aislamiento por COVID-19 y terminó 2020 con una caída del 4,1% del PBI, la retracción más grande de los últimos 24 años.
Como toda Sudamérica, Brasil tuvo una abrupta caída en el segundo trimestre del año, cuando la cifra del descenso perforó los diez puntos porcentuales. Allí el gobierno activó una ayuda social de entre 300 y 600 reales para los más desfavorecidos.
El sector servicios, que acapara alrededor del 60% de la actividad en la economía más grande del continente, sufrió un derrumbe de 4,5%.
Entre julio y septiembre del año anterior, el desempleo en el país que preside Jair Bolsonaro llegó a ser de 14,6%, marcado por la crisis en el sector de la construcción y manufacturero.
“No ano de 2020, o #PIB caiu -4,1%, ano muito afetado pela #pandemia de Covid-19”. Confira os destaques do Produto Interno Bruto, divulgado hoje, na fala da Rebeca Palis, coordenadora de Contas Nacionais no #IBGE.
— IBGE Comunica (@ibgecomunica) March 3, 2021
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A comienzos de año, el Fondo Monetario Internacional previó una caída de 9,5% para Brasil, de modo que el número final estuvo por abajo de la mitad.
A pesar de estas cifras, en la serie desestacionalizada el PBI creció 3,2% en el cuatro trimestre, aunque los estragos que está haciendo la pandemia en distintos puntos del país ponen en peligro la recuperación.
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