"Hab铆a alambres, uno blanco, uno negro, uno rojo y uno naranja. Cuatro colores diferentes", dijo a Reuters en una entrevista. "Entonces supe que era un suicida con una bomba", recuerda. El hombre al que David intentaba resucitar era Brahim Abdeslam, uno de los involucrados en la serie de ataques en bares, restaurantes, un estadio de f煤tbol y una sala de conciertos que dejaron 130 muertos.
David, de 46 a帽os, que pidi贸 ser identificado solo por su nombre de pila, pens贸 en un primer momento que se hab铆a registrado una explosi贸n de gas en el interior del caf茅, pero enseguida se dio cuenta de que aquello era algo mucho peor. Cuando llegaron los bomberos, David les coment贸 lo que acababa de ver y, seg煤n relat贸, comenzaron a gritar a todos que evacuaran la zona.
La polic铆a le dijo a David que la bomba de Abdeslam no hab铆a estallado totalmente. Despu茅s de hacerle una reanimaci贸n que no logr贸 salvar al terrorista, David cay贸 en la cuenta de que hab铆a utilizado "un proceso que requiere de mucha fuerza" para reanimarlo. "S贸lo por hacer eso yo tambi茅n podr铆a haber muerto", reflexiona.