Si alg煤n d铆a te encuentras una memoria USB incrustada en la pared de una calle cualquiera puedes aprovechar y conectar tu ordenador. Estas memorias USB esparcidas por el mundo son conocidas como ‘dead drops’, y se pueden encontrar en los sitios m谩s comunes de cualquier ciudad.
Esta idea se le ocurri贸 al artista alem谩n Aram Bartholl, con la intenci贸n de crear una red P2P (de persona a persona) an贸nima, que permitiese el intercambio f铆sico de archivos sin necesidad de conectarse a Internet. Un proyecto que naci贸 hace seis a帽os, en 2010, en Nueva York, cuando Bartholl escondi贸 las primeras cinco memorias USB. Actualmente hay miles repartidas por todo el mundo.
- El objetivo de este proyecto es compartir todo tipo de archivos sin necesidad de Internet.
- Las autoridades no pueden evitar que la gente comparta sus archivos de este modo ya que no vulnera la ley de descargas.