La región Caribe es donde más hay. Arturo Char, hermano de Alejandro, el actual alcalde de Barranquilla, e hijo del excongresista Fuad Char Abdala, buscará ser reelegido como senador por Cambio Radical (CR). Mientras que César Lorduy, Modesto Aguilera, José Amar y Karina Rojano son las fichas de esta familia para la Cámara de Representantes.
También están los Araújo, que buscarán llegar al senado con Sergio Araújo Castro, candidato del Centro Democrático (CD). Es hijo del excongresista Álvaro Araújo Noguera, hermano del exsenador Álvaro Araújo Castro y primo del exgobernador Hernando Molina Araújo. Los dos últimos, condenados por ‘parapolítica’. Su otra hermana es María Consuelo, gerente de TransMilenio, en Bogotá.
En Bolívar está el matrimonio de los exsenadores Juan José García y Piedad Zuccardi, vinculados a casos de corrupción y ‘parapolítica’. Andrés, su hijo, es senador, por ‘la U’, e intentará ser reelegido.
La de los Guerra es una de las familias importantes de Sucre. Los hermanos Antonio, por CR, y María del Rosario Guerra de la Espriella, por el CD, quieren repetir en el Senado. Son hijos de José Guerra Tulena, quien fue político de larga trayectoria en la región, y hermanos de ‘Joselito’, condenado por corrupción. Antonio, además, ha sido investigado por Odebrecht.
También está Julio César Guerra Tulena, hermano de José. Entre otros cargos, fue gobernador de Sucre, siendo muy cuestionado. Su hijo Julio Miguel (partido OP) es senador y busca ser reelegido.
Los Bechara y los Besaile resaltan en Córdoba. Erasmo Zuleta Bechara (‘la U’) es hijo de Mara Bechara (investigada por un escándalo de corrupción en proyectos de ciencia y tecnología) y aspirante a ocupar la curul que dejará su primo, Raymundo Méndez Bechara, en la Cámara. Su hermana es Rossana, esposa del actual gobernador del departamento, Edwin Besaile, suspendido por el escándalo del cartel de la hemofilia.
El exsenador Musa Besaile, hermano de Edwin, está preso por corrupción. Su ficha para el Senado es su otro hermano, Jhony (‘la U’).El poder en el Pacífico
En Chocó están los Sánchez Montes de Oca. Astrid, exsenadora, será candidata a la Cámara por ‘la U’. Su hermano Patrocinio fue alcalde de Quibdó y gobernador del departamento, y en sus administraciones tuvo problemas por corrupción. Odín, otro de sus hermanos, fue congresista. Ambos estuvieron vinculados a procesos de ‘parapolítica’. También están Orlene y Siris, quienes desempeñaron cargos departamentales de los que salieron muy criticadas.
Los Chicango Castillo han ganado nombre en el Valle del Cauca. La congresista Nancy Denise Castillo y el exconcejal Orlando Chicango tienen herencia en sus hijos: Juan Manuel es concejal de Cali, y Andrés Mauricio, exdiputado del departamento, se lanzó a la Cámara por el Partido Liberal.En otras regionesHay otra familia Guerra importante, pero en Antioquia. Fue posicionada por Bernardo Guerra Serna, dirigente liberal considerado ‘el papá’ de muchos políticos, incluido el expresidente
Álvaro Uribe. Actualmente, dos de sus hijos siguen vigentes: Bernardo Alejandro es concejal de Medellín por el Partido Conservador y Andrés es el director del CD en la región. Una de las cartas de la familia para el Congreso es Luis Alberto Martínez, quien aspira a la Cámara por el Partido Liberal.
En el Tolima, los Jaramillo dicen presente. Mauricio Jaramillo Martínez fue cuatro veces senador y fue exsecretario general del Partido Liberal. Su hermano, Guillermo Alfonso, fue congresista, gobernador del departamento y, actualmente, es el alcalde de Ibagué. Los padres de ambos, Alfonso Jaramillo Salazar e Hilda Martínez de Jaramillo, quienes estuvieron en el Congreso. Para las elecciones del domingo, Mauricio apoya a los liberales Olga González, al Senado, y a Ángel Gaitán, a la Cámara.
Finalmente, el empresario boyacense y exsenador Jaime Ramírez Barrera tiene a su hija Constanza Ramírez Acevedo y a su nieto Óscar Ramírez Vahos como aspirantes a la Cámara por Boyacá y Bogotá, respectivamente.‘Los grupos, en sí mismos, no son algo malo’
La situación se vuelve nociva, según la jurista, cuando “la familia desdibuja el servicio por un beneficio propio”.
Dejó claro también que en las grupos debe haber un parentesco, pero “si se apoya a alguien que no hace parte de la familia y que de alguna manera está relacionado con la ideología que se defiende, eso permite mantener los intereses familiares”.
En el Magdalena, están los Díazgranados. Eduardo Diazgranados es uno de sus líderes y, actualmente, es representante a la Cámara. Para las próximas elecciones, no se presentará, por lo que el apoyo de la familia recaerá en Hernando Guido Ponce, a la Cámara, y Miguel Amín Escaf, al Senado. Ambos por el partido de ‘la U’.
En La Guajira, Fernando Gómez Bacci aspira a ser elegido senador por el partido Opción Ciudadana (OP). Su padre es el exgobernador Juan Francisco ‘Kiko’ Gómez, quien está pagando una condena por homicidio. Su madre, Bibiana Bacci, también fue senadora y diputada del departamento.
Los Valencia han estado presentes en la historia política del Cauca y del país por muchos años. Su carta es la senadora Paloma Valencia (CD), quien va por un nuevo periodo legislativo. Su padre era Ignacio Valencia, congresista conservador; y su abuelo, Guillermo León Valencia, presidente de la República entre 1962 y 1966.
Una familia muy conocida en Santander es la de los Aguilar. El coronel (r) de la Policía condenado por ‘parapolítica’, Hugo Aguilar Naranjo, fue gobernador del departamento (2004-2007). Uno de sus hijos, Richard, ocupó también ese cargo (2012-2015) y aspira a ser elegido senador por el CR, mientras que el otro, Mauricio, es senador y seguiría los pasos de sus parientes en la gobernación.
En Norte de Santander están los Cristo. Andrés es representante a la Cámara y candidato al Senado por los liberales. Su hermano, Juan Fernando, fue precandidato presidencial, senador y ministro del gobierno Santos. Su padre fue el político Juan Cristo Sahium, asesinado por el Eln en 1998.
Claudia Dangond-Gibsone, abogada constitucionalista, aseguró que las familias políticas, en sí mismas, “no son algo malo y puede ser bueno en la medida en que hay familiaridad con el ejercicio político”.
