Colombia está perdiendo sus glaciares a un ritmo alarmante. Desde finales del siglo XIX, el país ha visto reducirse su cobertura glaciar en un 90%, quedando apenas 33 km² de hielo en seis nevados. Entre 2021 y 2022, la pérdida fue del 3,2%, equivalente a 156 canchas de fútbol. Este fenómeno, acelerado por el cambio climático, representa una grave amenaza para la biodiversidad y la seguridad hídrica del país.
La situación es crítica. En 2023, el glaciar Conejeras, parte del Nevado Santa Isabel, desapareció debido al Fenómeno de El Niño. Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), los glaciares colombianos están disminuyendo entre un 3% y 5% anual. Si no se toman medidas urgentes, el Nevado Santa Isabel podría desaparecer en los próximos cinco años.
Los glaciares son ecosistemas estratégicos que regulan el clima y almacenan el 70% del agua dulce del planeta. Su desaparición no solo afecta a las comunidades locales, que dependen de ellos para su abastecimiento de agua, sino que también tiene implicaciones globales. Por ello, la Asamblea General de la ONU declaró 2025 como el Año Internacional de la Conservación de los Glaciares y estableció el 21 de marzo como el Día Mundial de los Glaciares.
En Colombia, los glaciares restantes se encuentran en áreas protegidas como los Parques Nacionales Naturales Los Nevados, Nevado del Huila, Sierra Nevada de Santa Marta y El Cocuy. Estas zonas son vitales para la conservación de especies únicas, como los frailejones, y para la investigación científica sobre los efectos del cambio climático.
El Nevado Santa Isabel, ubicado en el Eje Cafetero, es el glaciar más vulnerable del país, con solo 0,3 km² de hielo. Por otro lado, la Sierra Nevada El Cocuy, con 12,8 km², es el glaciar más extenso, pero también enfrenta un futuro incierto. El Ideam estima que quedan pocas décadas para estudiarlo y apreciarlo antes de que desaparezca.
El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, junto con el Ideam y Parques Nacionales Naturales, ha reforzado sus esfuerzos para monitorear y proteger estos ecosistemas. Programas de conservación, investigación y educación ambiental buscan concientizar sobre la importancia de los glaciares y mitigar los efectos del cambio climático.
La ministra de Ambiente, Lena Estrada Añokazi, destacó que “el cuidado de los glaciares es un compromiso colectivo y una responsabilidad histórica con la vida, el territorio y las futuras generaciones”. Sin embargo, la lucha contra el cambio climático requiere acciones globales coordinadas y un mayor compromiso de todos los sectores de la sociedad.
Mientras Colombia enfrenta la pérdida de sus glaciares, la comunidad internacional debe unirse para proteger estos ecosistemas vitales. La desaparición de los glaciares no solo es una tragedia ambiental, sino también una llamada de atención sobre la urgencia de actuar frente al cambio climático.
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